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¿Autopsia de una fake news en twitter o cómo los diseñadores de Nutri-Score se encuentran acusados de querer imponer un impuesto sobre los quesos en lugar de un impuesto sobre las bebidas azucaradas? ¿Quién está detrás de esto y por qué?      

Todo comienza el 3 de noviembre de 2021, fecha de la publicación de un artículo por científicos holandeses en la revista internacional Public Health Nutrition (PHN), presentando los resultados de un estudio (un ensayo aleatorizado) sobre el impacto en las compras alimentarias de los consumidores de un impuesto aplicado a las bebidas azucaradas versus a un impuesto para todos los alimentos con un perfil nutricional desfavorable en la escala del Nutri-Score (productos calificados D o E).

Se trata de un estudio científico serio realizado por investigadores de varias universidades holandesas, publicado en una revista científica con comité de lectura. En la práctica, el estudio evaluó, con la ayuda de un supermercado virtual, el impacto de dos estrategias de impuestos sobre las elecciones alimentarias de un grupo de consumidores holandeses. Se pidió a un grupo que hiciera sus compras (para una semana) en un supermercado en línea donde se aplicó un impuesto exclusivamente sobre las bebidas azucaradas y a otro grupo de hacer sus compras en el mismo supermercado en línea pero donde se aplicó un impuesto basado en el perfil nutricional que sirve de base al Nutri-Score, lo que afectaba a productos de diferentes categorías, pero con un perfil más bien desfavorable desde el punto de vista nutricional.     
Los resultados presentados en el artículo muestran que el impuesto sobre los alimentos de menor calidad nutricional según Nutri-Score es eficaz para reducir no sólo las compras de bebidas azucaradas, pero también mejorar la calidad nutricional global de las cestas de compras y reducir su contenido en calorías. El impuesto que se aplica únicamente a las bebidas azucaradas sólo tiene efecto, como es lógico, que sobre la compra de las bebidas azucaradas. Los autores concluyen que un impuesto dirigido a una amplia gama de alimentos y bebidas de menor calidad nutricional (basado en el perfil de Nutri-Score) tendría efectos beneficiosos en términos de composición de la cesta de la compra sobre las compras de alimentos superiores que la única imposición de impuestos fiscales a las bebidas azucaradas y por lo tanto con repercusiones posibles en la salud de las personas.

Como hacen los científicos cuando es publicado un artículo de interés, varios investigadores de nuestro Equipo de Investigación en Epidemiología Nutricional EREN (Inserm/Inrae/Cnam, Universidad Sorbona París-Nord) lo subieron el 4 de noviembre en tweets (en inglés y español) para informar de su publicación, indicando la dirección del portal de la revista que lo ha publicado y mostrando la conclusión de los autores del artículo. Se trata de Tweets factuales, puramente informativos y sin comentarios ni propuestas de ningún tipo.

Mientras que los tweets de los investigadores de EREN no hacen más que transmitir el artículo holandés (en el que nuestro equipo de investigación no ha participado en absoluto y cuyos miembros ni siquiera estaban al corriente de este trabajo de investigación) y aunque el propio artículo ni siquiera menciona el interés de un impuesto específico para los quesos, al día siguiente un tweet responde a los nuestros (en 4 idiomas, francés, español, inglés y neerlandés) afirmando que «el promotor de Nutri-Score preconiza un impuesto sobre el queso». Y como para ilustrar su propósito, el autor del tweet se apoya en una tabla (parcialmente reproducida) procedente del artículo holandés que describe en su metodología los productos que, en el estudio, fueron objeto de un impuesto en función de su perfil nutricional, resaltando la categoría de los quesos.

En la tabla original, se encuentra ciertamente que los quesos son en su mayoría gravados en el modelo utilizado por los autores del artículo pero entre muchos otros alimentos también gravados con un impuesto. En este estudio, los quesos representan 19 de los 224 productos objeto de un impuesto. Es el principio del estudio que consiste en comprobar el impacto de un impuesto que no afecta a un alimento determinado sino a todos los productos cuyo perfil nutricional se considera menos favorable. El estudio no se centra en absoluto en los quesos específicamente y no concluye, ni siquiera menciona, un impuesto específico sobre los quesos. A pesar de esto el autor del tweet saca como conclusión perentoria que el impuesto sobre los quesos es una preconización de los creadores del Nutri-Score…

De hecho, para comprender esta falsa información hay que mirar más de cerca quién es el autor del tweet que transmite esta fake news. Se trata de Stephan Peters. Cuando se lee su biografía en su cuenta de Twitter, se puede observar que trabaja para la Asociación de Productos Lácteos Holandeses (the Dutch Dairy Association) y que es el editor de su revista profesional «Voeding Magazine». Regularmente escribe tweets negativos sobre Nutri-Score, en particular cuestionando las bases científicas de Nutri-Score.

En otro tweet del 5 de noviembre, Stephan Peters va más lejos en la desinformación, siempre fingiendo basarse en el artículo publicado por los investigadores holandeses, y esta vez afirma que «las personas detrás de Nutri-Score» ¡quieren gravar los quesos en lugar de las bebidas azucaradas!

Esta afirmación es, por supuesto, también totalmente absurda y engañosa. No ha sido evocada ni por los científicos de la EREN ni por los autores del artículo que muestran la eficacia del impuesto sobre las bebidas azucaradas en la venta de bebidas azucaradas, pero observan que la ampliación del impuesto, más allá de las bebidas azucaradas, a los alimentos de calidad nutricional desfavorables produce un efecto similar en las bebidas azucaradas, al que se añade otros efectos beneficiosos sobre las opciones de compra de los consumidores más allá de este grupo de alimentos.  En el estudio realizado por los científicos holandeses, gravando los productos mal clasificados en la escala de Nutri-Score, las bebidas azucaradas y los productos azucarados en general se encuentran gravados… Así que las conclusiones de Stephan Peters no tienen absolutamente nada que ver con el artículo y hacen creer que los investigadores de la EREN han dicho cosas que nunca han dicho…
¡Y el lobbyista de lácteos holandés se permite afirmar en este mismo tweet que Nutri-Score es un logotipo nutricional no validado (lo que dice regularmente en las redes sociales)! Y para apoyar esta afirmación, no encuentra mejor que hacer referencia a un texto que él mismo ha escrito y accesible en Researchgate… Este famoso texto no responde a los criterios de calidad de un artículo científico y nunca ha sido publicado en una revista académica. Se trata de un texto que refleja una opinión personal y sesgada, omitiendo en particular mencionar un gran número de estudios publicados sobre Nutri-Score. Por otra parte, este texto, que se asemeja más bien a un panfleto, no ha sido publicado en una revista científica con comité de lectura, a diferencia de la cincuentena de publicaciones consagradas a Nutri-Score validando su algoritmo (sobre numerosas cohortes con decenas o centenares de miles de personas seguidas durante muchos años, en Francia, España y en 10 países europeos) y que demuestran su eficacia para mejorar la calidad nutricional de las compras de los consumidores (especialmente mediante estudios a gran escalrealizados en supermercados reales, en tiendas experimentales y en supermercados virtuales). No, el texto de Stephan Peters se publica en una revista, que es, de hecho, la revista de la Dutch Dairy Association y donde él mismo es… el editor. Qué valor dar a este tipo de documento procedente de un lobbyista asalariado de la Dutch Dairy Association, que se opone a Nutri-Score, y que publica su opinión en su propia revista (obviamente sin proceso de evaluación por relectores independientes como se hace en una revista científica). Esto no tiene nada que ver con la ciencia… pero Stéphane Peters se sirve de su «documento» publicado en «su revista» como supuesta demostración de su información difamatoria con respecto a Nutri-Score.

Estas informaciones falsas, destinadas a sembrar dudas sobre los investigadores académicos y sobre Nutri-Score en las redes sociales, especialmente en Twitter, son difundidas por diferentes estructuras, como No-Nutri-Score Alliance (estructura creada por el gabinete de presión MUST and Parners, con sede en Bruselas), Farm Europe (otro lobby cuyo secretario general es Horacio Gonzales de Aleman, antiguo director general del FIAB, la Federación de la industria agroalimentaria española), Competere (un lobby italiano),…¡Y estos tweets son retomados y retransmitidos por influencers, asociaciones, y profesionales lobbyistas anti Nutri-Score que no han consultado el artículo original y repiten con gran intensidad el falso argumento!

Se puede ver así cómo los grupos de presión intentan a través de fake news fantasiosas desacreditar a los investigadores académicos y torpedear Nutri-Score, acusándolos falsamente de querer proteger las bebidas azucaradas de un impuesto y por el contrario acusándolos de apuntar a los quesos… Intentan aprovechar del contexto actual en el que los productores de quesos (y los grandes grupos agroalimentarios que están detrás) se movilizan para criticar Nutri-Score por el posicionamiento de sus productos que consideran desfavorable (debido a sus altos contenidos de sal y ácidos grasos saturados y su alta densidad energética). Lanzar mensajes falsos y arrojar dudas sobre la ciencia y los científicos son estrategias básicas de los grupos de presión…

Serge Hercberg, Pilar Galan, Emmanuelle Kesse-Guyot, Bernard Srour, Chantal Julia, Mathilde Touvier

Université Sorbonne Paris Nord. Equipe de Recherche en Epidémiologie Nutritionnelle U1153 (Institut National de la Santé et de al la Recherche Médicale / Institut National de la Recherche Agronomique/CNAM/Université Sorbonne Paris Nord), Bobigny, France.

Département de Santé Publique, Hôpital Avicenne, Bobigny, France.