En un artículo publicado en el portal de Diario Médico
(https://www.diariomedico.com/medicina/endocrinologia/las-sociedades-cientificas-piden-mejorar-el-algoritmo-del-semaforo-nutricional-nutriscore-antes-de-implantarlo-en-espana.html), bajo la pluma de Laura G. Ibañes, los profesores Royo y Aranceta y las sociedades científicas a las que se aluden reconocen la utilidad del logotipo nutricional Nutri-Score como herramienta de salud pública y plantean elementos de reflexión sobre su implementación en España. Muchos de los argumentos planteados son compartidos por los diseñadores de Nutri-Score, especialmente sobre el potencial interés de algunas mejoras en su algoritmo, siempre y cuando existan bases científicas sólidas. Nutri-Score fue creado en 2013, y desde su desarrollo los conocimientos científicos han evolucionado, especialmente en lo que respecta a la problemática de los edulcorantes. Los diseñadores de Nutri-Score ya habían integrado claramente en su propuesta de logotipo nutricional que el algoritmo que sustenta el cálculo de Nutri-Score se actualizaría regularmente (cada 3 años) en función de los progresos de los conocimientos científicos. Algunas de las propuestas de mejora planteadas en el texto de Diario Médico por los profesores Royo y Aranceta serán sin duda discutidas por el Comité Científico Internacional que estará a cargo de la actualización del algoritmo. Este Comité científico, que se sugiere en el artículo, ya está previsto y en curso de organización por la coordinación política establecida a nivel europeo con los 7 países que han adoptado oficialmente el Nutri-Score (Francia, Bélgica, España, Alemania, Países Bajos, Luxemburgo y Suiza). Estará compuesto de expertos científicos independientes (sin conflictos de interés) propuestos por los 7 países participantes (completado por otros posibles países europeos que se adhieran a Nutri-Score). Por ello, podemos garantizar a los profesores Aranceta y Royo, así como a las sociedades científicas a las que se alude, que este comité previsto desde un principio está en marcha, y que los puntos que plantean serán, sin duda, objeto de un análisis científico siguiendo una metodología rigurosa. Del mismo modo, los diseñadores de Nutri-Score están totalmente de acuerdo con la obligatoriedad de este etiquetado frontal, propuesta que cuenta también con el firme apoyo de las asociaciones de consumidores de España y de toda Europa.
Sin embargo, algunos puntos mencionados en el artículo merecen ser corregidos por ser inexactos o incompletos:
- No se puede dar a entender que el «sistema Nutri-Score es en teoría independiente de la industria». No es «en teoría», Nutri-Score fue desarrollado por investigadores franceses académicos totalmente independientes de la industria y sin recibir ni un centavo de los industriales. Todos los trabajos epidemiológicos publicados sobre Nutri-Score y que permitieron su elaboración y validación se financiaron con fondos públicos. De hecho, toda la industria alimentaria estaba en contra de su implementación. Sin embargo, ante la presión de los consumidores y la acumulación de pruebas científicas, muchas empresas (lamentablemente no todas) han aceptado su implementación.
- El aceite de oliva no se clasifica en rojo como se afirma en el texto (rojo equivale a E la peor puntuación de Nutri-Score). El aceite de oliva está clasificado en la categoría C (amarillo), es decir, la mejor puntuación para las grasas añadidas e incluso para los aceites vegetales. Las recomendaciones de salud pública, tanto en España como en otras partes, no sugieren consumir aceite de oliva sin límite (es una materia grasa 100% grasa que es calórica como las demás). Las recomendaciones recomiendan consumirlo preferentemente en lugar de otros aceites vegetales o grasas animales ricas en ácidos grasos saturados. En línea con estas recomendaciones, el Nutri-Score clasifica el aceite de oliva con la mejor puntuación posible (C) junto con los aceites de colza y nuez, y mejor clasificado que los aceites de soja, girasol, maíz (clasificados en la categoría D), que los de coco o palma (clasificados en la categoría E) y la mantequilla (clasificada en la categoría E). – En cuanto al comentario sobre las patatas fritas congeladas, hay que recordar que, por definición, Nutri-Score (como todos los demás logotipos nutricionales) no es más que una traducción de los valores nutricionales declarados en la parte posterior del paquete y refiriéndose a los alimentos tal como se venden. Los productos fritos preenvasados (como las patatas fritas, el pescado empanado…) se clasifican en las categorías A o B. Estos productos han seguido generalmente un proceso de pre-fritura industrial con bajo impacto en la cantidad final de materia grasa en el producto. Según los productos, algunos se destinan a la cocción al horno. La cocción al horno de las patatas fritas pre-cocidas congeladas no afecta a la composición nutricional y en este caso su clasificación no se modificaría después de la cocción. Sin embargo, en otros tipos de envasados se menciona una cocción en freidora que conduce a una mayor penetración de aceite en los productos consumidos, pudiendo empeorar la clasificación del producto en una o dos categorías según el tipo de aceite utilizado. Para estos casos se recomienda que el fabricante informe a los consumidores de la posible modificación en la clasificación de Nutri-Score: «Con la cocción en freidora, el Nutri-Score del producto puede variar de una letra si el aceite de fritura es poco rico en ácidos grasos saturados (girasol, cacahuete) o de dos si el aceite de fritura utilizado es muy rico en ácidos grasos saturados (coco, palmista, palma)».
- En cuanto a la coherencia del Nutri-Score con las recomendaciones nutricionales de España o de cualquier país de Europa, hay que tener en cuenta que el logotipo nutricional está destinado a ser colocado en un alimento de marca y las recomendaciones nutricionales genéricas, que se refieren a grandes grupos de alimentos, son medidas de salud pública diferentes aunque complementarias y sinérgicas. Las recomendaciones nutricionales generales son casi idénticas en todos los países europeos y están destinadas a aportar consejos a los consumidores sobre lo que se considera una dieta saludable, proporcionando información sobre los grupos de alimentos a fomentar o a limitar su consumo, pero haciendo referencia a grandes grupos de alimentos (hablamos de frutas y hortalizas, productos lácteos, grasas añadidas, etc.). Pero incluso dentro de estos grandes grupos de alimentos existe una gran variabilidad en el tipo y la composición de los productos que los constituyen, y especialmente cuando se toma en cuenta la gama de alimentos industriales disponibles (por ejemplo, el pescado se puede comprar crudo, enlatado, ahumado, empanado, … ; según las diferentes marcas de sardinas enlatadas, pizzas o postres dulces existen diferentes tipos de productos cuya composición puede variar en términos de su contenido en sal, grasas saturadas, azúcar o calorías, fibras,… ). Este es el interés de un logotipo como Nutri-Score que evalúa la calidad nutricional de los alimentos específicos permitiendo a los consumidores hacer comparaciones entre los alimentos en valor relativo. Nutri-Score no pretende sustituir las recomendaciones generales, sino proporcionar información adicional útil. Por otra parte, Nutri-Score no puede variar según los países (en particular en la UE, donde la libre circulación de mercancías prohíbe las discrepancias en el mercado único). Sin embargo,
las estrategias de comunicación y educación sobre cómo utilizar Nutri-Score deberían ser adaptadas a los diferentes contextos culturales, teniendo en cuenta las especificidades de los hábitos alimentarios. La comunicación y la educación a este respecto deben movilizar a todos los agentes involucrados: instituciones de nutrición y salud pública, dietistas-nutricionistas y otros profesionales de la salud, maestros y educadores en general.
Diversos trabajos científicos y realizados en diversos países europeos han demostrado que la clasificación de los diferentes grupos alimentarios a través del Nutri-Score es coherente con las recomendaciones nutricionales en Europa (incluida España). Por otra parte, el trabajo realizado recientemente en España por científicos españoles de alto prestigio responsables de la cohorte SUN, sobre una población de más de 20.000 sujetos seguidos durante 10 años, ha mostrado la validez de la puntuación que sustenta Nutri-Score por su asociación con la mortalidad total y en particular por cáncer. El algoritmo de cálculo de Nutri-Score está en perfecta coherencia con las recomendaciones de Salud Pública españolas realizadas por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), el Score de la pirámide alimentaria (con una puntuación de 0–140 puntos) y el grado de adherencia a la dieta Mediterránea evaluado con varios índices. Es interesante la conclusión de los autores españoles sobre sus resultados que apoyan el interés de la aplicación de Nutri-Score en el conjunto de países europeos mediterráneos (España, Grecia, Italia,…). – El Profesor Aranceta recomienda, hasta que Nutri-Score sea obligatorio, que las empresas que lo adopten lo añadan en todos sus productos. Esto es así actualmente, las empresas tienen la obligación de añadirlo en todos sus productos y no pueden elegir incorporándolo sólo en los productos que les interesen… - Contrariamente a lo que se indica en el artículo, no hay ningún costo que pagar por la utilización del Nutri-Score ni hoy ni en el futuro. El uso de Nutri-Score es totalmente gratuito para los estados y las empresas. La noción de royalties es una falsa noticia que circula por las redes sociales… Es absolutamente necesario restablecer la verdad. – Respecto al impacto de los logotipos nutricionales y, en particular del Nutri-Score, sobre la calidad nutricional de las compras alimentarias y el consumo de nutrientes desfavorables, la revisión sistemática publicada en Appetite y citada en el artículo concluye que son los Traffic lights y el etiquetado de advertencias los más eficaces, pero con un efecto limitado (mejoría del 2%). Cabe destacar que esta revista no tomó en cuenta los estudios en condiciones reales en supermercados que muestran (estudios a escala natural en 60 supermercados y estudio en tienda experimental) que Nutri-Score es el más eficaz para mejorar la calidad nutricional de la cesta de la compra (en comparación con todos los demás logotipos). Estas mejoras van desde el 3,4% hasta el 9,4% ; las referencias siguientes no se citan en la revista publicada en Appetite:
https://academic.oup.com/erae/article-abstract/47/2/785/5552528?redirectedFrom=fulltext; https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0007996017300706?via%3Dihub;
https://solidarites-sante.gouv.fr/IMG/pdf/rapport_comite_scientifique_etiquetage_nutritionnel_150317.pdf;
https://link.springer.com/epdf/10.1007/s11747-020-00723-5?sharing_token=RNkjZ3-f1Gtm7pyoWl2KZfe4RwlQNchNByi7wbcMAY4qsv3JddDnjYGa5D1hFWJt21DBOlZoivOzr-8HuAJjvDtNd565pBQAn5Ku0i4DI7IBWnvs9Alrn7zrtUOBckyLQrGz3u5IPoSKAFAhwIiZ7tOyN-
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Tampoco se cita el impacto del Nutri-Score en la salud. Es bueno recordar que hay varios estudios de validación del algoritmo realizado en grandes cohortes de Francia, España (especialmente en la cohorte SUN) y en Europa, que han mostrado que el hecho de consumir alimentos mal clasificados por el algoritmo de Nutriscore está asociado prospectivamente a un mayor riesgo de cáncer, enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico, obesidad y mortalidad. Existe también un estudio de simulación utilizando el modelo de simulación PRIME evaluando el impacto de las compras sobre la mortalidad que ha mostrado que la modificación de los consumos está asociada a una reducción de la mortalidad por enfermedades crónicas alimentarios https://ijbnpa.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12966-019-0817-2 Por último, es importante recordar que Nutri-Score ha sido objeto de numerosos estudios realizados en más de 15 países. Entre ellos un estudio realizado sobre 1000 consumidores españoles demostrando que Nutri-Score es el logotipo nutricional más útil para ayudar a los consumidores a juzgar la calidad nutricional de los alimentos. Esto explica sin duda por qué Nutri-Score es el logotipo nutricional apoyado por todas las asociaciones de consumidores europeas (incluidas las asociaciones OCU y CECU en España). En conclusión, los diseñadores de Nutri-Score están de acuerdo en que un logotipo nutricional por sí solo, aunque tenga un impacto limitado, es importante en términos de salud pública. Como todos los logotipos nutricionales en la parte frontal de los envases de alimentos existentes, Nutri-Score es un elemento más de política nutricional de salud pública que debe beneficiarse de un acompañamiento pedagógico (acciones de información, comunicación y educación al público en general y a los profesionales de la salud, de lo social, de la educación,…) en cuanto a su uso, su significado, su interés y sus límites. Es complementario a otras medidas de salud pública y, en particular, con todas las acciones de comunicación basadas en las recomendaciones genéricas de consumo en términos de grupos alimentarios y, en particular, el hecho de consumir de preferencia productos no procesados o mínimamente procesados y productos derivados de una agricultura que utilice el menor número posible de pesticidas.
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Pilar Galan1, Nancy Babio2, Jordi Salas-Salvadó3.
1 Médica, Nutricionista, Epidemiologa, Directora de Investigación INRA, Université Sorbonne Paris Nord. Equipe de Recherche en Epidémiologie Nutritionnelle U1153 (Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale / Institut National de la Recherche Agronomique/CNAM/Université Sorbonne Paris Nord.
2 Dietista-Nutricionista, Profesora y Responsable del Grado en Nutrición Humana y Dietética. Departamento de Bioquímica y Biotecnología, Unidad de Nutrición Humana, Universitat Rovira i Virgili, Investigadora adscrita al IISPV, Reus, y al Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN), Instituto de Salud Carlos III, Madrid, España.
3 Médico, Catedrático en Nutrición y Bromatología. Departamento de Bioquímica y Biotecnología, Unidad de Nutrición Humana, Universitat Rovira i Virgili. Hospital Universitari Sant Joan de Reus, IISPV, Reus. Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN), Instituto de Salud Carlos III, Madrid, España.